domingo, diciembre 24, 2006

Uomo Vitruviano

Uomo VitruvianoEn la Gallerie dell’Accademia (Venecia) un dibujo amarillento que muestra a un hombre desnudo inscrito en un círculo y un cuadrado llama la atención de los visitantes. Es el Uomo Vitruviano u Hombre de Vitruvio, acaso el dibujo en manuscritos más representativo de Leonardo Da Vinci. Parte del Códice Atlanticus, este trabajo del siglo XV (c. 1490) debe su nombre al arquitecto Vitruvio, famoso por su obra De Architectura y a su estudio de las proporciones en la belleza.

Cualquiera pensaría que se trata de un dibujo de alcances surrealistas o “basados en la objetivación sistemática de asociaciones e interpretaciones delirantes…” (Dalí). Sin embargo, sugiere mucho más de lo que comúnmente se le atribuye. Leornado fusiona en una página muchas de las inquietudes que lo absorbieron interminablemente y que lo escoltaron durante una vida de tendencias misántropas. Definitivamente, una ilustración que no reune sólo las claves del pensamiento renacentista, sino que confirman el raciocinio vanguardista de un genio de la pintura, la geometría y de diferentes campos de la ciencia.

En la Europa del siglo XV imperaba la idea de que los cánones de belleza eran inherentes al cosmos y no necesariamente paradigmas terrenales. El equilibrio y la proporción eran asuntos netamente divinos, los cuales se presentaban también en el cuerpo humano. Así, muchos científicos –entre ellos el propio Leonardo- buscaron en la arquitectura dichos ideales, siendo la obra de Vitruvio la que constituyó una de las más influyentes.

Da Vinci condensa en dicho ícono renacentista más que un estudio de la simetría humana. Intentó descubrir lo que los griegos antiguos buscaban a través de las ciencias: la verdad y el sentimiento estético. En el Hombre de Vitruvio, Leonardo escudriñó de modo subliminal el mundo de la certeza matemática y la geometría como elementos de la belleza armónica del ser humano.

Para entenderlo dedemos remontarnos a la Grecia clásica. Entonces el escepticismo clásico desarrolló abstracciones en el arte estético que generaron diversas inquietudes matemáticas. Éstas se resolvían –o se intentaban resolver- mediante el uso exclusivo de la regla y el compás. Con dicha premisa de resolución, uno de los problemas matemáticos que más ocupó a los estudiosos griegos fue el de la cuadratura del círculo, que se basa en la construcción de un cuadrado de área igual a la de un círculo dado. Todo únicamente con regla y compás.

Muchos matemáticos y científicos griegos intentaron resolver dicha cuestión. Se conoce a Anaxágoras como el primera –por los archivos- en investigar la cuadratura del círculo. El problema fue estudiado por muchos conocidos de la ciencia universal: Hipócrates, Arquímedes, Bernoulli e inclusive el propio Leonardo Da Vinci.

Pero, ¿cuál es la relación con el Hombre Vitruviano? Leonardo traduce en dicho dibujo su intento por resolver la cuadratura del círculo. Más aún, se trata de un cálculo matemático expresado gráficamente.

En el siglo XIX se comprobó que construir un cuadrado y un círculo de áreas iguales usando únicamente una regla y un compás era imposible en un número finito de pasos. Sin embargo, la solución existe en un número infinito de cálculos. Así aproximadamente 450 años antes, Da Vinci demostró gráficamente que al generar en forma secuencial pares de cuadrados y círculos de áreas diferentes se logra obtener pares de áreas muy similares que convergen en una relación casi igual a uno. Una correspondencia casi perfecta.

Leonardo Da Vinci fue un adelantado a su época, un científico anacrónico. Nos demostró que no sólo era un gran pintor, maestro de la anatomía humana aplicada al arte, inventor visionario, diseñador destacado de aerodinos y máquinas de guerra o un matemático que fácilmente destacaría en nuestra era, sino también un científico en busca de la perfección y la belleza humana.

Con facilidad podría imaginar a Leonardo diseñando las nuevas Torres Gemelas, trabajando con la NASA en el nuevo trasbordador a Marte, mejorando los procedimientos de transplantes de órganos o inventando un ojo de vidrio que reemplace al del ser humano. Sin embargo ¿no sería Da Vinci el científico ideal para investigar la evolución del genoma humano perfecto y nuestra perpetuidad en el universo? Sin duda alguna tiene mi voto.

2 comentarios:

Acitsonga dijo...

Qué interesante post... Corrijo ¡Qué interesante blog! Prolijo y prolífico, una grata sorpresa en esta atmósfera virtual (la de sabor nacional) que me empezaba a intoxicar. Espero ponerme pronto al corriente para meter mi cuchara con propiedad.

Alquimista dijo...

Bienvenida Acitsonga, con mayor razón si tienes intereses al 20% y te gusta Morrisey y The Smiths.

;-)